El monitoreo de ubicación es una condición de libertad supervisada o libertad condicional ordenada por un tribunal en la que las personas bajo supervisión pueden participar en actividades limitadas y supervisadas en la comunidad, con tecnología electrónica para ayudar a verificar el cumplimiento. Un juez determina en qué medida se supervisa a las personas caso por caso. Algunas personas deben permanecer en su residencia las 24 horas del día, mientras que a otras se les permite salir para actividades programadas y previamente aprobadas, como trabajo, escuela, tratamiento, iglesia, citas con abogados, comparecencias ante el tribunal u obligaciones ordenadas por el tribunal. Los oficiales de probatoria garantizan el cumplimiento de la orden judicial.

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